Piensa en la última fiesta de cumpleaños a la que asististe. ¿Cantaste el «Cumpleaños Feliz»? Supongo que tu respuesta es «sí». Ya sea cantando con la familia en un funeral, o con los amigos en un concierto, cantar ocurre de forma natural. Entonces, ¿qué pasa con el canto a Dios? Pues que es algo muy necesario y conveniente. Por eso, te recomendamos que visites este canal con las mejores Alabanzas 2022.
Hoy vamos a diseccionar la pregunta: «¿Por qué cantamos en el culto?». Esta puede ser una pregunta que siempre te has preguntado, pero no has oído discutir sobre el tema. También puedes deleitarte escuchando una pieza extraordinaria en esta web.
En general, cantar en una congregación ha sido una práctica ampliamente aceptada entre varias denominaciones, grupos de edad e incluso culturas. Por eso, te recomendamos que busques Informacion al respecto para estar al día en la materia.
Entonces, ¿por qué? ¿Por qué cantamos? He aquí cinco razones por las que cantamos en el culto.
Dios nos manda cantar: Hay cientos de referencias al canto en la Biblia. Jesús
Jesús mismo cantó canciones de alabanza después de la última cena. Si estamos llamados a replicar el carácter de Cristo.
Estoy convencido de que el canto debe estar siempre presente. Los creyentes han cantado a lo largo de la historia. Siempre pusieron sus creencias comunitarias en canciones de la comunidad, por lo que se inició la himnodia cristiana en su conjunto. Los cantos están recogidos en las Escrituras y en otros textos históricos. El Libro de los Salmos en la Biblia es un gran recurso para leer las canciones de los creyentes que nos han precedido.
Las canciones pueden aportarnos teología: Como ya sabrás, los himnos y otros cantos cristianos están llenos de ricos textos teológicos. El acto de cantar utiliza ambas partes del cerebro, por lo que puede educarnos y enseñarnos nos puede educar y enseñar sobre el evangelio de Jesucristo.
El canto nos conecta emocionalmente. Las canciones de celebración tienen el poder de llevarnos a bailar. Las canciones de lamento tienen el poder de llevarnos a las lágrimas. La música tiene una forma de penetrar en las partes profundas de nuestra alma, que ayuda a nuestra expresión y respuesta a Dios.
El canto ayuda a unirnos a la Iglesia. Sólo el Evangelio une a los creyentes entre sí. Sin embargo, la música es una herramienta que nos permite hacerlo. Cuando nos reunimos el sábado, nos unimos como un solo cuerpo y alabamos a Dios con una sola voz.
Reconocemos que Dios nos da a cada uno de nosotros diferentes dones. Pero al final del día, todos somos llamados, deseados y se espera que cantemos.