Consejos para reducir y reciclar los residuos Reducir la producción de residuos empezando por casa; reciclar y fomentar el reciclaje de todo lo que pueda reutilizarse. Apliquemos estas dos reglas, en conjunto sencillas, y habremos hecho nuestra mejor contribución a la gestión de residuos, una de las urgencias de nuestro tiempo.
Se ha calculado que alrededor del 80% de los residuos producidos podrían reutilizarse tal cual o tratarse. Durante décadas todo acababa en vertederos o incineradoras, las pocas que hay en Italia, pero ahora ya no hay sitio. Debemos convertirnos en «recicladores», como llama Legambiente a los municipios que se distinguen por una buena recogida de residuos.
El reciclaje de residuos reduce la necesidad de encontrar lugares donde deshacerse de los residuos y, mediante el reciclaje y la reutilización, los recursos no renovables se aprovechan de forma más económica y eficaz. Además, el reciclaje fomenta la protección del medio ambiente local y, si se amplía, la conservación de los recursos del planeta. Además, una gestión adecuada de los residuos puede ser rentable y, bien aprovechada, convertirse incluso en una fuente de energía.
Sin embargo, los residuos deben reducirse antes de reciclarse. Reducir la producción de residuos es el primer paso para una gestión adecuada. ¿Por dónde empezar? En primer lugar, empezamos comprando sólo lo que necesitamos. Clasificar lo «útil» de lo «inútil» disminuirá nuestra producción personal de residuos y, sin darnos cuenta, aumentará la calidad de nuestras compras.
Aprendemos a reutilizar y reparar objetos siempre que sea posible, y evitamos en la medida de lo posible utilizar lo que no se puede reciclar. Es cierto que estamos en la era de lo desechable, o quizá estemos saliendo de ella un poco afortunadamente, pero los objetos de calidad que se pueden reparar y duran mucho tiempo son mejores en todos los sentidos que los que duran poco y hay que sustituir.
Evitamos en la medida de lo posible los plásticos, que son difíciles de clasificar y reciclar debido a la enorme variedad de compuestos químicos que requieren un tratamiento por separado. Es cierto que no podemos prescindir del plástico, pero siempre que sea posible preferimos materiales naturales como la madera, los metales, la piedra… que al menos son fácilmente reciclables. Esto sirve para reducir los residuos que acaban en los vertederos.
Reutilizamos en la medida de lo posible las bolsas de plástico de la compra, si aún las tenemos, o llevamos nuestra propia bolsa de lona de casa. Hoy en día, la mayoría de los comercios utilizan bolsas biodegradables de material biológico, que están muy bien, pero no abusemos de ellas. Evitemos las botellas de plástico y desechables, prefiriendo las de vidrio que pueden reutilizarse devolviendo las vacías, o reciclarse fácilmente.